miércoles, 10 de abril de 2024

Recuerdos

Fotografía de Diego Morales.

La flor será efímera pero el recuerdo no.
 

martes, 9 de abril de 2024

Los números.

Fotografía de Diego Morales.

 

Este año llevo muy pocas lecturas. No me termino de concentrar.

Revisando lejas me he topado con este libro que compré años ha y que leí en su momento. Lo he vuelto a hacer. ¡Qué curiosas son las matemáticas, aunque reconozco que soy un cero a la izquierda en estos asuntos de números! Algunas cosas ya las sabía, los números primos, los de Fibonacci, el número pi... pero de otras cosas no me acordaba:

1) el principal es el 1, del que salen todos los demás números. Si se multiplica 1x1 sale el 1; si se multiplica 11x11 sale el 2 (121); si se multiplica 111x111 nos sale el 3 (12 321); 1 111 x 1 111= 1 234  321 . ¡Qué curioso, ¿no?!

2) Las ramas de los árboles crecen siguiendo la sucesión de Finobacci.

3) La importancia del 0 y la complejidad del sistema de numeración romano por no disponer de ese número no número.

Es realmente curioso.

¡Hasta para los gatos los números son importantes! ¡No obstante, tienen 7 vidas, un número primo para no hacer el "primo"!

:)



viernes, 5 de abril de 2024

Gatita cabreada

Fotografía, dibujo y composición de Diego Morales.

 - Soy una linda gatita muy cabreada.

jueves, 4 de abril de 2024

Desubicación.

Fotografía, dibujo y composición de Diego Morales.

 

Desubicación.

miércoles, 3 de abril de 2024

Amanecer y ocaso.

Fotografía, dibujo y composición de Diego Morales.

 - Amanezco y me pongo cuando quiero y me da la gana.

martes, 2 de abril de 2024

Mar interior.

Fotografía, dibujo y montaje de Diego Morales.

 

El mar es profundo, como mi cabeza, como mis sentimientos, como mi caos, como mis naufragios.

lunes, 1 de abril de 2024

Naufragios de uno mismo.

Fotografías, dibujos y composición de Diego Morales.

 En el río sólo nos podemos bañar una vez, pero en el mar no. En el mar nos podemos bañar muchas veces. Y cada vez somos uno diferente.

 El mar siempre arrastra hasta la orilla los restos del naufragio que fuimos, que somos, que seremos.

jueves, 28 de marzo de 2024

Danzarines espanta2.


Salón de baile en St-Pauli. Otto Dix. Detalle

Hace unos días visité esta exposición, Azul, colección Abelló.

Me llamó mucho la atención este detalle del cuadro Salón de baile en St-Pauli, de Otto Dix.

¿Qué se estarán diciendo estos danzarines para estar así de espantados? ¿Tan horrorosa era la música? Parece como si quisieran despedazarse, como si fueran zombis, como si fueran los protagonistas anticipados de aquella película, Danzad, danzad, malditos.


Salón de baile en St-Pauli. Otto Dix.




Exposición "Azul- Colección Abelló".



Cartela. Cuadro "Salón de  baile en St-Pauli". Otto Dix.
Fotografías de Diego Morales.


miércoles, 27 de marzo de 2024

Lugares pendejos.

Fotografía de Diego Morales. Escaparate de una tienda de servicios de televisión por cable o algo así.


 ¡Vaya una pinche pregunta pendeja! ¡Estoy seguro de que nadie (casi) quiere estar en la chingada donde está!

Perdónenme este pinche lenguaje pero es que acabo de terminar una buenísima novela, Basura, de Sylvia Aguilar Zéleny y se me ha pegado el vocabulario...

viernes, 22 de marzo de 2024

El profesor sabio y la doctora "engenerada".

Captura de pantalla.

 

Asistí a la charla-conferencia de este doctor en bellas artes, Óscar Martínez , en la Biblioteca Regional de Murcia y quedé muy agradecido por la cantidad de cosas que aprendí y por el rato tan agradable que pasé gracias a la labia y cercanía de este dicharachero profesor.

Lo peor de lo peor de lo peor fue la presentación del acto, que corrió a cargo de una llamativa señora, tan decorada ella como humilde y pretenciosa. Me senté en primera fila, que para eso me personé con tiempo suficiente, y cuando vi a una criatura pululando con su apabullante y descolocado disfraz pensé que era una carnavalera despistada, pero no, no, era la presentadora. Iba ataviada con un vestido vaporoso de color rosa, con una capa-cola que arrastraba y una especie de capucha. Al pronto se me figuró la princesa Romy de La vuelta al mundo de Willy Fog.

Ese fue el primer impacto. El segundo fue cuando abrió la boca y soltó a bocajarro, salpicándonos: doy la bienvenida a todas, todos y todes. Esas palabras me llegaron tan hondo que se me removieron el bazo, la vesícula y el páncreas. La secreción de bilis me llegó a continuación, cuando se presentó como doctora en estudios de género.

Doy gracias al cielo, a los dioses y a mi buena suerte porque el prólogo fue corto (lo mismo la doctora no daba más de sí) y tuvo el acierto de no sentarse en la mesa, junto al ponente. El susodicho estuvo casi todo el tiempo de pie, moviéndose y pasando las diapositivas. Seguramente, con muy buen juicio, se dijo: si me siento, la doctora se me sube al estrado y se me coloca al lado y de seguro que me quita la palabra.

¡Por supuestísimo que no faltó entre el público un grupillo de sabiondas urracas que, cada vez que aparecía un cuadro en la pantalla, decían, para informarnos a los pobres ignorantes, el nombre, adelantándose al ponente, faltaría más! Si el profesor nombraba algún museo, las cotorras soltaban un ah, sí, para demostrarnos que eran muy viajadas y muy sabidas.

La charla fue de lo más edificante, amena y entretenida, pese a tanta petarda suelta.

¡Por supuestísimo que tanto mi hijo el mayor como yo, en cuanto hubo terminado la charla y la doctora se precipitó como una gallina hambrienta al estrado, abandonamos el salón! Quiero creer que la doctora se dio cuenta...