jueves, 31 de enero de 2013

Haruki Murakami


Saben ustedes que tengo debilidad por Haruki Murakami y esta macronovela, mil q ochenta y cuatro, no me ha defraudado.
Aomame y Tengo son tan reales que me gustaría tomarme un café con ellos. 
Me he descargado de internet la "Sinfonieta" de Janacek y, al igual que Aomame, la escucho cuando corro en mi bici estática.
Aunque utilice los mismos ingredientes, la comida que prepara Murakami siempre es diferente, siempre te sabe distinto, siempre la disfrutas.
Me gusta su lenguaje sencillo, sus comparaciones rocambolescas, sus historias fantásticas, su doble realidad, su forma de narrar "in crescendo", sus personajes.
Gracias, M.D.A.A., por haberme prestado los libros.
Fotografías de Diego Morales 

miércoles, 30 de enero de 2013

Despistes

Fotografía de Diego Morales
Por un momento me despisté y pensé que estaba en Madrid, ante el Congreso de los Diputados, pero, resulta que es una zapatería...

martes, 29 de enero de 2013

Pinto pinto gorgorito...

Fotografía de Diego Morales
No sé si comprarme el zapato número cuatro o el cinco (de izquierda a derecha, primera fila). El 5º lo puedo combinar mejor pero el 4º es como más impactante. Lo mismo me compro los dos pares, uno para ir a trabajar y el otro para la marcha nocturna. Con tantas dudas, a ver si alguien se me adelanta. Esta tarde mismo me acerco a la zapatería.
Me acaba de explicar una compañera (M.D.A.A.) que los mencionados zapatos son de señora. ¡Pasmaaaaaaao m'he quedao! Marocha también tiene razón.

lunes, 28 de enero de 2013

¿?

Fotografía de Diego Morales

Ante un objeto tal que así lo menos que uno puede preguntarse es para qué sirve. ¿Para rascarse los lomos, peinarse las rastas, darle un capón al niño más alejado de la mesa porque no llegas con la mano? Mirándolo bien, también podría ser un artilugio para adelgazar: como la comida se escurre por los agujeros comes menos y adelgazas más. Quizás sea el nuevo bastón de mando de alcaldes. O el nuevo diseño de los “croupiers” para arrastrar las fichas. ¿Para que los críos se entretengan jugando en la arena?
¡Cosa más enigmática, por Dios!

domingo, 27 de enero de 2013

El "apañao"

Fotografía de Diego Morales

Este personajillo no es peligroso ni nocivo pero resulta sumamente puñetero porque, en vez de ayudar, da más trabajo.
Los envases de margarina y productos de similar consistencia vienen tapados con una lámina de aluminio. El apañado la desgarrará, la despegará completamente del borde o, lo que es peor, la doblará hacia atrás con lo cual manchará el borde inferior de la tapadera. Y no contento con tamaño desaguisado, utilizará el cuchillo como si fuese una cuchara o como si fuera una pala: haciendo un agujero en el centro que se irá agrandando sin orden ni concierto por toda la superficie.
¿No será más fácil cortar un trocito de papel aluminio, el justo para poder  sacar la margarina como si raspases un acantilado? Por lo menos queda más estético.


sábado, 26 de enero de 2013

Hojarasca

Fotografía de Diego Morales

“Les feuilles mortes se ramassent à la pelle”, cantaba  Yves Montand, pero a veces se necesita no una pala sino una excavadora de cubeta ancha para  recoger tanta hoja muerta (léase: prejuicios, manías, tonterías, conversaciones vanas, palabras huecas, palabras que no dijimos, ideas absurdas, pensamientos estúpidos, reflexiones hirientes…). Si nuestra cabeza fuera un ordenador sería tan fácil pulsar la tecla “eliminar”…

jueves, 24 de enero de 2013

Fotografía de Diego Morales
La humanidad se divide en dos tipos según la conducta: la perruna y la gatuna (felina y canina, si queremos darle un toque de seriedad científica a este estudio). Ha de entenderse por actitud canina la desarrollada por todo aquel individuo que, como los perros, se dedica a dar por culo: grita sin venir a cuento para marcar territorio (ladrar), se mete donde no lo llaman (husmear y pasar la lengua por todos sitios), arrambla con todo lo que interfiera en su camino (¿se necesitan ejemplos?), ensucia (caga donde se le antoja), molesta, en definitiva.
La actitud felina es más civilizada: individuos que no hacen ruido ni para entrar ni para salir (el sigilo de los gatos), autónomos (controlan su comida, su bebida y sus necesidades corporales), busca compañía o soledad cuando le viene en gana (a un gato le vas a dar órdenes, jajajaja), vive y deja vivir, en definitiva.

miércoles, 23 de enero de 2013

martes, 22 de enero de 2013

Taponeros y tuberos

Fotografía de Diego Morales

El taponero es una auténtica pesadilla casera puesto que ataca desde varios frentes y nunca sabrás por donde te vendrán los incordios. Tiene la horrenda manía de no enroscar nunca los tapones o, lo que es todavía más insufrible, los deja a medio cerrar de tal manera que si colocas una botella de leche acostada en el frigo porque no hay hueco donde quede de pie, zas, se desparrama el líquido por toda la nevera. El vicio del taponeo es concomitante al del tubeo : apretar los tubos por donde más gorditos están para que salga el chorro más copiosamente. Resultado: los deja deformes. A ti te toca emparejarlos de abajo hacia arriba, pero claro, en cuanto te descuidas el bulto llega al orificio y, hala, se desparrama una lava de crema. Si es de dentífrico, no lo vas a tirar y te cepillas dejándote el paladar  como un recinto verbenero tras la fiesta de la espuma; si es de betún, te mancharás hasta las rodillas del pantalón y si es de mostaza te resbalará asquerosamente por los dedos. Un enfrisque repugnante.
La lista de horrores es interminable: botellas de aceite, gel, champú, vino, licores, colonia, detergente, suavizante, limpiacristales, limpiamuebles, lejía, alcohol, agua oxigenada, betadine;  tubos de Ketchup, mostaza, leche condensada, dentífricos, betún, mayonesa; tarros de  mermelada, fuagrás, compotas, salsas… todo esturreado por el suelo o por la nevera.

lunes, 21 de enero de 2013

domingo, 20 de enero de 2013

Corazones

Fotografía de Diego Morales
Elegimos el corazón apropiado: un corazón redondeado y apetitoso. Lo lavamos de impurezas, vicios, mezquindades y celos. Con un cuchillo fino lo mondamos, alisamos y dejamos en carne viva. Dudamos si cocinarlo entero o a trocitos. Mejor entero, que queda más bonito y más "haute cuisine". Que se cueza bien en su jugo, lento, parsimonioso. Finalmente, expuesto en un plato llano, amplio, cuadrado, decorado, nos lo comemos. Olemos su fragancia, notamos su gusto, nos recreamos en la visión de ese corazoncito tan tierno.
¿Qué queda del amor?

sábado, 19 de enero de 2013

El primero

Fotografía de Diego Morales
El primero que se sienta a la mesa para acaparar el mejor sitio. No suele ayudar en la disposición de vajillas y mobiliarios pero se ve obligado a indicar con inequívoca voz de mando que falta un cuchillo y sobra un tenedor. Atrapa al vuelo las botellas de vino, pincha la oliva más oronda, atrapa el bocado más exquisito y arrambla con las últimas piezas apetitosas de todos los platos. Curiosamente, sus muchos quehaceres lo obligan a abandonar pronto la mesa disculpándose  por no poder ayudar en los menesteres de recogida de utensilios.
De buen comer, mejor paladar y refinada conversación, alabará sus preparaciones culinarias, que nadie ha degustado, y dejará, sin mala intención, por supuesto, alguna duda sobre la calidad del vino ofrecido, la frescura de la cerveza servida, el punto de sabor de un plato o la conveniencia de algún ingrediente.
Se olvidará de dar las gracias a los anfitriones debido a su excusable y alocada locuacidad pero expandirá por otras mesas y otros convites la ruindad de la amable casa a la que tuvo que acudir nada más que por puro compromiso.

viernes, 18 de enero de 2013

miércoles, 16 de enero de 2013

lunes, 14 de enero de 2013

sábado, 12 de enero de 2013